El aceite de sandía, un aceite seco que destaca por su textura muy ligera, es de rápida absorción por la piel, siendo una buena elección en preparados destinados a pieles mixtas o grasas. Es apreciado por el efecto de equilibrar la secreción de sebo, la regeneración y la hidratación de la piel. El aceite de sandía es apreciado por su contenido rico en ácidos grasos esenciales mono y poliinsaturados (vitamina F, omega-6, omega-9), participa en la reconstitución de los lípidos epidérmicos, aporta elasticidad, protección e hidratación a la piel y tiene un efecto equilibrante sobre la secreción de sebo. Un aceite fino, ligero, no graso y agradable al tacto, que constituye una buena opción para el cuidado de cualquier tipo de piel, incluidas las sensibles y delicadas. Método de obtención: Mediante prensado seguido de refinado, a partir de semillas secadas al sol. Características: Líquido aceitoso transparente, baja viscosidad, color amarillento, olor característico fino. Propiedades: - contribuye al equilibrio de la secreción sebácea; - contribuye al equilibrio hidrolipídico de la piel; - reestructuración; - favorece la regeneración de la piel; - ayuda a mantener la integridad de la pared celular; - crema hidratante intensa; - nutritivo; - penetrante, seco; - proporciona una sensación agradable en la piel. Recomendaciones en cosmética: - apto para cualquier tipo de piel; - especialmente recomendado para pieles mixtas o grasas; - piel madura y envejecida; - tez apagada; - cuidar la delicada zona del contorno de ojos; - prevención de los signos del envejecimiento de la piel; - mantener la elasticidad de la piel; - aceites para masajes y otras aplicaciones para niños; - aceites y sueros faciales. Presentación: 100ml